
Ale Quelcom
Mercredi, nous sommes allés à l’usine Nissan de Montcada i Reixac, en Catalogne, pour exprimer notre solidarité avec les travailleurs qui sont en grève illimitée depuis le 4 mai pour défendre leurs postes de travail.
NO AL CIERRE DE #NISSAN. SOLIDARIDAD CON LOS TRABAJADORES EN #HUELGA INDEFINIDA!Hoy hemos ido a llevar nuestra solidaridad y apoyo a la huelga indefinida de los trabajadores de Nissan de Montcada i Reixac, que llevan ya 10 días en huelga en defensa de sus puestos de trabajo. Hemos hecho una pequeña entrevista a los representantes del comité de empresa de Nissan – compuesto por los sindicatos CCOO, UGT, Sigen-USOC y CGT – y hemos hablado con algunos trabajadores para difundir su lucha.A pesar de las mascarillas y el distanciamiento social, los trabajadores están animados y determinados en seguir para delante con su lucha hasta el final. Nos cuentan y se hace evidente que el confinamiento juega mucho en su contra. En total son 3000 trabajadores entre la fábrica de Zona Franca y Montcada i Reixac, pero la pandemia imposibilita que puedan estar todos en el acampe delante de la fábrica.Nissan había aplicado un ERTE a unos 3000 trabajadores en Catalunya ante la crisis del COVID-19 y llamaba a los trabajadores a volver el día 4 de mayo. De momento la huelga ha conseguido paralizar la producción en la fábrica de Zona Franca, donde Nissan sólo abrió la línea 2 y la ha tenido que cerrar por falta de piezas. Ante esto, Nissan ha vuelto a expedientar con un ERTE a los trabajadores que habían vuelto al trabajo para cargarle el coste económico de la huelga al estado. Los comités de huelga ya han denunciado esta acción por vulnerar el derecho a huelga. Nos explica Alex, trabajador de la línea 1 en Zona Franca, que lleva 32 años trabajando en Nissan y que desde el inicio de la pandemia está en ERTE al 85% del sueldo. “Ahora mismo estábamos fabricando unos 180 coches por día. Es bajísimo. Tenemos capacidad para producir 800.” Los trabajadores cuentan que Nissan poco a poco va recortando y disgregando la plantilla y deslocalizando productos para finalmente cerrar la fábrica.Hay malestar también entre los trabajadores por el hecho de que Nissan haya recibido millones de euros de ayudas públicas y subvenciones – se calcula que 222 millones de euros desde 2004 (mientras tiene beneficios multimillonarios) – y ahora “nos dejan con una mano delante y otra detrás, no solamente a nosotros sino a todo el tejido industrial de Catalunya y a nivel nacional”. Insisten en la unidad de todos los trabajadores como clave para ganar esta huelga, a pesar de los intentos de dispersar y atomizar el movimiento obrero por parte de la empresa. Nissan tiene una gran tradición de lucha ya desde la huelga de 1976, donde 250 mujeres e hijos de los trabajadores se encerraron en la Iglesia de San Andrés durante 28 días. Nos solidarizamos totalmente con la lucha de los trabajadores contra el cierre de Nissan y contra la pérdida de los 25.000 puestos de trabajo que esto supondría. Desde la juventud apoyemos la lucha de los trabajadores de Nissan! No al cierre de Nissan! #UnidadDeLosTrabajadores#ObrerosYEstudiantesUnidosYAdelante#FuturoparaNissanYA#HuelgaIndefinida#NoAlCierreDeNissan
Posted by Socialisme o Barbàrie on Wednesday, May 13, 2020
Malgré la distanciation sociale et les masques, les travailleurs sont en forme et se montrent déterminés à continuer la lutte jusqu’au bout. Ils sont au total 3 000 travailleurs partagés entre l’usine de Zona Franca et celle de Montcada i Reixac, mais la pandémie empêche que l’ensemble des ouvriers se rassemble dans le camp qui s’est installé devant la porte de L’usine.
Nissan Catalogne a utilisés un ERTE (Dossier de réglementation temporaire de l’emploi) pour mettre en suspension 3 000 travailleurs jusqu’au 4 mai sous prétexte de la pandémie. Puis, face à l’absence de perspectives et le manque de transparence concernant l’avenir de l’entreprise, les syndicats ont déposé un préavis de grève illimitée à partir du 4 mai. La grève a réussi à paralyser la production de l’usine de Zona Franca. Face à cette situation, Nissan a de nouveau recouru à un ERTE pour mettre au chômage partiel les travailleurs qui étaient retournés au travail. C’est grâce à cette manœuvre que l’entreprise essaie de faire payer le coût économique de la grève à l’Etat. Les comités d’entreprise ont dénoncé cette action qui va à l’encontre du droit de grève.
Alex, travailleur de la ligne 1 à Zona Franca, nous explique qu’il travail depuis 32 ans à Nissan et que depuis le début de la pandémie il a été mis au chômage partiel et ne touche que 85% de son salaire. «Actuellement on produit que 180 voitures par jour. C’est très peu. Nous avons la capacité d’en produire 800.» Les travailleurs nous racontent que Nissan est en train de réduire le personnel petit à petit et de délocaliser la production pour finalement fermer l’usine.
Les ouvriers sont en colère contre l’hypocrisie de Nissan, une entreprise qui fait des profits faramineux et qui a reçu des millions d’euros d’aides financières et de subventions de l’Etat (environ 222 millions d’euros depuis 2004). Mais la réalité est bien différente du point de vue des travailleurs : «on se retrouve une main devant, une main derrière, et nous ne sommes pas les seuls, c’est comme ça dans toute l’industrie de Catalogne et de l’Etat Espagnol».
Les ouvriers parient sur l’unité de tous les travailleurs pour gagner cette grève, malgré les attaques de l’entreprise. À Nissan il y a une énorme tradition de lutte depuis la grève de 1976, quand 250 femmes et fils de travailleurs se sont enfermés dans l’église de San Andrés pendant 28 jours.